lunes, 17 de enero de 2011

Hija del Sol

“…Bueno ,Katherine ¿Qué entiendes por salud? ¿ Y para que la quieres?. Contestación: por salud entiendo la capacidad de vivir una vida completa, adulta, viva, activa, en estrecho contacto con lo que quiero, la tierra y sus maravillas: el mar, el sol. Todo lo que entendemos cuando decidimos ver el mundo exterior. Quiero penetrar en él, ser parte de él, vivir en él, aprender de él, perder todo lo que es superficial y adquirido en mí, volverme un ser humano consciente y sincero. Al comprenderme a mí misma, quiero comprender a los demás. Quiero realizar todo lo que soy capaz de ser para poder ser ( y aquí me ha parado, he esperado inútilmente, una sola expresión dice lo que hay que decir ) una hija del sol. Si uno habla del deseo de ayudar a los demás, de llevar una luz y otras aspiraciones semejantes, parece que uno miente. Que baste esto. Ser una hija del sol. Y luego quisiera trabajar ¿ En que? Quisiera vivir de una manera que me fuera posible trabajar con mis manos, mi corazón y mi cerebro. Quisiera tener una jardín,una casita, hierba, animales, libros, cuadros, música. Y de todo esto sacar lo que quiero escribir, expresar todas estas cosas…Nada que sea menor que esto es lo que quiero. A esto es a lo que tengo que tratar de llegar. Estas páginas las he escrito para mí. Ahora voy a correr el riesgo de enviarlas a J…que haga lo que quiera con ellas…” 
Katherine Mansfield.
La maravillosa cuentista, nacida en Nueva Zelanda en 1888, que vivía en Londres, está en Francia, enferma de tuberculosis, en una casa de salud. Escribe su Diario, que lleva desde 1910, y que la hará aún mas famosa. A principios de 1923, a su llamado, el marido, John Middleton Murry va a visitarla. Ella, en un acceso de tos, se muere esa misma noche. Estas son las páginas con que termina el Diario que John publicará en 1927 "
Extraido del suplemento Clarin 28/02/2004 "Cartas memorables"



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