( EXTRAÍDO DEL BLOG : http://unapizcadecmha.blogspot.com.ar )
“ Ella volverá como el fuego”
Conocida para parte del público
por la película que, sobre ella, protagonizó Jessica Lange, Frances Elena
Farmer (n. 19 de septiembre de 1913 - f. 1 de agosto de 1970) fue una actriz
estadounidense cuyo rebelde y escandaloso comportamiento para la sociedad
americana de la época (se la acusó de atea y comunista) no le permitieron ir m
ás allá de ser una promesa del
cine.
Estudió drama en la Universidad
de Washington y más tarde, en Nueva York, comenzó su carrera como actriz de
teatro. Tras ofecerle la Paramount un contrato de siete años, cuando Farmer
contaba con veintidós, se mudó a Hollywood y se casó con el actor Leif
Erickson. Su carácter orgulloso y obstinado le hizo perder rápidamente su
popularidad en Hollywood, lo que la llevó de nuevo al teatro, que compaginaría
más tarde con el cine, de nuevo en la Paramount.
A partir de este hecho, se vio
envuelta en una espiral de escándalos, siendo arrestada por conducir ebria sin
carnet y denunciada por un peluquero del estudio al que supuestamente dislocó
la mandíbula de un golpe; en el juicio, se mostró desafiante ante el tribunal.
El juez la condenó a otros seis meses de cárcel; sin embargo, no le dio derecho
a llamar a un abogado. Tuvieron que sacarla del juzgado a la fuerza, y golpeó a
varios policías (a uno incluso lo tiró al suelo) al grito de “¿Nunca habéis tenido
el corazón roto?” Su foto siendo arrastrada fuera del juzgado dio la vuelta al
país.
Frances pasó una noche en la
cárcel antes de que la transfirieran a un psiquiátrico. Le diagnosticaron
depresión y desorden de personalidad, aunque a lo largo de su vida le
diagnosticarían prácticamente todas las enfermedades mentales existentes
entonces. En 1943, los tratamientos psiquiátricos eran poco menos que brutales.
Uno de los primeros por los que pasó Frances fue la sobredosis de insulina, que
provocaba en los pacientes convulsiones e incluso el coma. Permaneció recluida
nueve meses hasta que se escapó del centro.
Volvió a Seattle con sus
padres, pero las discusiones con su madre eran continuas y, tras agredirla
físicamente, fue recluida de nuevo durante tres meses en un hospital
psiquiátrico de Washington.
El centro estaba en muy malas
condiciones; había muy poco personal y los pacientes se hacinaban en las
habitaciones, en las que les encerraban durante 12 horas. Allí, le aplicaron
otra terapia “puntera”: electroshocks. Esta vez, el tribunal que la había
declarado, a petición de su madre, legalmente demente, certificó su
recuperación. Frances decide tomar un descanso y volver a la interpretación,
pero poco después la vuelven a detener en California por vagabundear; había ido
hasta allí para trabajar como recolectora de fruta. Pasa otra noche en la
cárcel y es devuelta a su madre, que en 1945 la vuelve a mandar al Western
State.
En este hospital se practicaron
lobotomías en los años 40 y 50, una práctica que se decía que conducía a una
rápida recuperación de los enfermos graves. Se dijo que Frances fue sometida a
una (tesis que defiende la película), pero su familia y la propia Frances lo
negaron. Lo que sí es cierto es que fue violada repetidas veces, como muchas otras
internas, con el consentimiento de las autoridades del hospital. A veces
incluso colaban a soldados dentro del centro a cambio de dinero.
En 1950, Frances sale al fin
del Western State. Al parecer, sus padres lograron sacarla alegando que tenían
mala salud y necesitaban de los cuidados de su hija, algo irónico en las
personas que la habían enviado al terrible psiquiátrico. En 1954, Frances se
casa de nuevo con Alfred Lobley, pero le deja repentinamente al cabo de seis
meses; huye a Eureka (California) y vive de forma anónima durante varios años,
trabajando como secretaria y empleada de hotel. No volvió a ver a sus padres,
que mueren en 1955.
En 1957, Leland Mikesell, un
productor de TV y radio, la descubre y la anima a volver a los medios. Frances
dio varias entrevistas hablando de sus experiencias pasadas, y pronto comienzan
a llegarle ofertas de trabajo: actúa en varias series de televisión y en
algunas obras de teatro. Se divorcia de Lobley para casarse por tercera vez,
con Mikesell. Le ofrecen un programa en una TV local de Indianápolis, “Frances
Farmer Presents”, en el que presentaba diariamente la película de sobremesa. El
programa tuvo bastante éxito, y Frances trabajó varios años en él. También
colaboró con actores universitarios y dio conferencias sobre teatro. Su vida
parecía encauzarse de nuevo
Pero a partir de 1962, Farmer
vuelve a las andadas, presentándose borracha al trabajo o teniendo alguno de
sus arranques de furia en público. En 1964 es despedida, y la arrestan en un
par de ocasiones en los años posteriores por conducir borracha. En 1970, muere
de cáncer de esófago.
La triste historia de su
malogrado talento ha servido de inspiración para muchos: no solo para que
Jessica Lange fuera nominada al Óscar por su interpretación de la actriz en
“Frances” (1982) sino que además la cantante francesa Mylène Farmer tomó su
apellido en honor a esta actriz. Pero al que más influyó fue sin duda a Kurt
Cobain. Courtney Love, su mujer, llevó en su boda un vestido que había
pertenecido a Farmer y el matrimonio Cobain le puso su nombre a su única hija,
Frances Bean Cobain. Pero sobre todo pasará a la historia la canción que le
escribió: “Frances Farmer will have her revenge on Seattle”, para su álbum “In
Utero”. Cobain se sentía identificado con Farmer, por ser una vez el icono
triunfante de Seattle y terminar sola y abandonada; se dice que la canción en
realidad habla de la venganza que se quiere cobrar Cobain con la ciudad. Una de
las frases dice “Ella volverá como el fuego, para quemar a los embusteros, y
dejar una manta de cenizas en el suelo”. Seguro que si Frances pudiera, lo
haría.
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