(Flavio Gikovate, médico psicoterapeuta brasileño)
"... No es sólo el avance tecnológico lo que marcó el inicio de este milenio. Las relaciones afectivas también están pasando por profundas transformaciones y revolucionando el concepto de amor.
Lo que se busca hoy es una relación compatible con los tiempos modernos, en la que exista individualidad, respeto, alegría y placer por estar juntos, y no una relación de dependencia, en la que uno responsabiliza al otro de su bienestar.
La idea de que una persona sea el remedio para nuestra felicidad, que nació con el romanticismo, está llamada a desaparecer en este inicio de siglo.
La palabra de orden de este siglo es asociación. Estamos cambiando el amor de necesidad, por el amor de deseo.
Me gusta y deseo la compañía, pero no la necesito, lo que es muy diferente.
Con el avance tecnológico, que exige más tiempo individual, las personas están perdiendo el miedo a estar solas, y aprendiendo a vivir mejor consigo mismas. Ellas están comenzando a darse cuenta de que se sienten parte, pero son enteras. El otro, con el cual se establece un vínculo, también se siente una parte, no es el príncipe o salvador de ninguna cosa, es solamente un compañero de viaje.
Estamos entrando en la era de la individualidad, que no tiene nada que ver con el egoísmo. El egoísta no tiene energía propia; él se alimenta de la energía de los demás, sea financiera o moral.
La nueva forma de amor, o más amor, tiene nuevo aspecto y significado. Apunta a la aproximación de dos enteros, y no a la unión de dos mitades. Y ella sólo es posible para aquellos que consiguieron trabajar su individualidad. Cuanto más fuera el individuo capaz de vivir solo, más preparado estará para una buena relación afectiva.
La soledad es buena, estar solo no es vergonzoso. Al contrario, da dignidad a la persona. Las buenas relaciones afectivas son óptimas, son muy parecidas con estar solo, nadie exige nada de nadie y ambos crecen.
Todas las personas deberían estar solas de vez en cuando, para establecer un dialogo interno y descubrir su fuerza personal. En la soledad, el individuo entiende que la armonía y la paz de espíritu sólo se pueden encontrar dentro de uno mismo, y no a partir de los demás. Al percibir esto, él se vuelve menos crítico y más comprensivo con las diferencias, respetando la forma de ser de cada uno.
El amor de dos personas enteras es el bien más saludable. En este tipo de unión, está el abrigo, el placer de la compañía y el respeto por el ser amado.
SAWABONA, es un saludo usado en el sur de África y quiere decir:
”Yo te respeto, yo te valoro y tú eres importante para mí".
Como respuesta las personas dicen:
SHIKOBA, "Entonces yo existo para ti".
"... No es sólo el avance tecnológico lo que marcó el inicio de este milenio. Las relaciones afectivas también están pasando por profundas transformaciones y revolucionando el concepto de amor.
Lo que se busca hoy es una relación compatible con los tiempos modernos, en la que exista individualidad, respeto, alegría y placer por estar juntos, y no una relación de dependencia, en la que uno responsabiliza al otro de su bienestar.
La idea de que una persona sea el remedio para nuestra felicidad, que nació con el romanticismo, está llamada a desaparecer en este inicio de siglo.
La palabra de orden de este siglo es asociación. Estamos cambiando el amor de necesidad, por el amor de deseo.
Me gusta y deseo la compañía, pero no la necesito, lo que es muy diferente.
Con el avance tecnológico, que exige más tiempo individual, las personas están perdiendo el miedo a estar solas, y aprendiendo a vivir mejor consigo mismas. Ellas están comenzando a darse cuenta de que se sienten parte, pero son enteras. El otro, con el cual se establece un vínculo, también se siente una parte, no es el príncipe o salvador de ninguna cosa, es solamente un compañero de viaje.
Estamos entrando en la era de la individualidad, que no tiene nada que ver con el egoísmo. El egoísta no tiene energía propia; él se alimenta de la energía de los demás, sea financiera o moral.
La nueva forma de amor, o más amor, tiene nuevo aspecto y significado. Apunta a la aproximación de dos enteros, y no a la unión de dos mitades. Y ella sólo es posible para aquellos que consiguieron trabajar su individualidad. Cuanto más fuera el individuo capaz de vivir solo, más preparado estará para una buena relación afectiva.
La soledad es buena, estar solo no es vergonzoso. Al contrario, da dignidad a la persona. Las buenas relaciones afectivas son óptimas, son muy parecidas con estar solo, nadie exige nada de nadie y ambos crecen.
Todas las personas deberían estar solas de vez en cuando, para establecer un dialogo interno y descubrir su fuerza personal. En la soledad, el individuo entiende que la armonía y la paz de espíritu sólo se pueden encontrar dentro de uno mismo, y no a partir de los demás. Al percibir esto, él se vuelve menos crítico y más comprensivo con las diferencias, respetando la forma de ser de cada uno.
El amor de dos personas enteras es el bien más saludable. En este tipo de unión, está el abrigo, el placer de la compañía y el respeto por el ser amado.
SAWABONA, es un saludo usado en el sur de África y quiere decir:
”Yo te respeto, yo te valoro y tú eres importante para mí".
Como respuesta las personas dicen:
SHIKOBA, "Entonces yo existo para ti".
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